Es de esperar que lo hagamos en serio

Resultado encuesta tuitera del tipo de sistema horario



Llevamos casi 20 años jugado con el cambio de hora, ya es tiempo que nos tomemos en serio el tema y definamos que hacer, en base a evidencia actualizada.



El día sábado recién pasado (2-4-2022), tuvimos nuevamente el cambio de hora, del horario de verano (UTC-3) al de invierno (UTC-4), norma establecida en el Decreto Supremo 1.286, publicado el 23 de noviembre de 2018 el cual definió el último cambio al cambio de hora en Chile por 4 años, periodo que se cumple este año.




Algo de historia

Esta política pública se introdujo en 1970 como una forma de ahorrar de energía, con el objetivo de paliar los efectos de una gran sequía en años anteriores, bastante menor a la que sufrimos hoy dicho sea de paso. En esa época, el consumo de energía estaba concentrado fundamentalmente en iluminación; hoy la situación es totalmente diferente, la mayoría el consumo está asociado a usos que no dependen de la cantidad de luz y por lo tanto la razón inicial para su uso YA no es válida.

Según estudio del ministerio de Energía sólo el 4% del consumo de energía eléctrica se utiliza en iluminación.

texto del informe sobre consumo de energía del Ministerio de Energía


¿Qué ha pasado en los últimos años?

Durante 20 años estuvimos jugando con el cambio de hora, moviéndolo de fechas sin una planificación, ni menos aún una adecuada evaluación del impacto de cambiarlo, y el costo que esto tiene cuando se hace a pocos días del cambio. Aquí les dejo un artículo con un ejemplo de ello en 2011, hace ya una década.


Algo de historia

Hasta un ministro (Laurence Golborne) hacía declaraciones poco felices respecto de mover el cambio de hora, aduciendo que “la hora es sólo un parámetro” argumento que es refutado por Eduardo Díaz en un muy buen post sobre el tema.

En la tabla siguiente se muestran algunos ejemplos de los cambios del cambio de de hora desde fines de los 80 y hasta 2016, después de ese año seguimos jugando con eso, pero me aburrí de documentarlo



El año 2013, el Ministerio de Energía hizo un informe que deja bastante que desear para evaluar la conveniencia del cambio de hora, al que pude acceder vía ley de Transparencia. Ya en ese momento en varios países estaban analizando eliminar el cambio de hora.

Cómo si eso fuera poco, en 2015 el ministro de energía de la época, Máximo Pacheco, volvió a evaluar con otro informe igual de light que el anterior, esto lo señalamos en un post a cuatro manos junto a Alvaro Graves.


¿Qué está pasando hoy?

Hoy en día, en muchos países se está evaluando terminar con el cambio de hora, les dejo un par de ejemplos, en Estado Unidos y en Europa al respecto. Incluso el senado norteamericano volvió a levantar el tema en el mes de marzo de este año.

A la fecha, existe un proyecto de ley en nuestro congreso, que duerme hace muchos años, en el cual se busca eliminar, iniciativa impulsada por la Comisión Futuro del Senado, pero sigue durmiendo el sueño de los justos.


A futuro

El Ministerio de Energía, recientemente, ha planteado que va a conformar un Comité Técnico Interministerial de Horario  que estará integrado por los ministerios de Educación, Salud, Interior, Transporte, Economía, Ciencia, Agricultura, Segpres y Energía, entre otros, para evaluar en base a la evidencia y analizando las distintas aristas se tomará una decisión fundada sobre mantener o eliminar el cambio de horario a partir de septiembre de 2022, esto se hace a pocos meses de la fecha del término del decreto 1.286 de 2018, tuvimos tiempo para hacer un estudio bastante acabado, pero bueno es lo que hay.

El fin de semana, hice un pequeño ejercicio que no pretende tener ninguna representatividad en términos estadísticos, seguramente muestra el sesgo de mi TL de Twitter, pero ganó la opción que más me gusta, en primer lugar UN sólo huso horario, e idealmente UTC-4


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Es de esperar que nos tomemos este tema más en serio y analicemos la evidencia científica al respecto, y así hacer políticas públicas basadas en evidencia, con algo más de profundidad que los informes ya mencionados

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2 comentarios

  1. Hoy en día el cambio en si no tiene mayores problemas desde el punto de vista tecnológico, las plataformas lo tienen incorporado y la mayoría de dispositivos se actualiza en forma automática.
    Sin embargo, el gran problema de los últimos (varios) años viene de la discrecionalidad con que los gobiernos han movido las fechas de inicio y término del periodo de verano, muchas veces con poca anticipación y planificación.
    Eso ha sido un caos para las empresas tecnológicas de mantener los sistemas operativos al día, produciéndose desfases y desajustes, sumado a los ajustes manuales que hace la gente (ej: usar hora de Bs Aires en verano o Miami en invierno) lo que termina siendo un caos en la coordinación de agendas o sistemas cuando se trabaja con otros países.
    En resumen, a mi parecer el cambio en sí es irrelevante (el cuerpo se acostumbra en un par de días) en la medida que se fijen las fecha de inicio y término y no se vuelvan a modificar.

  2. Gracias por el comentario Eduardo, estoy de acuerdo contigo que el problema no es el cambio en si mismo, el problema está en el cambio del cambio, algunos años a pocos días de que ocurriera, y dado todo lo que ha pasado en los últimos 20 años, es que prefiero algo más estable, la verdad es que me gusta horario fijo, e idealmente lo más cercano a nuestro horario astronómico (UTC-4).

    Saludos

    Alejandro

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