Mejorando las compras públicas TIC, un gran paso!!

El Estado como ejecutor de proyecto TI tiene aciertos y fracasos (si les interesa revisar el tema de los proyecto TIC recomiendo este paper que escribí para el Primer Congreso Iberoamericano de Gobierno Electrónico), cuando se analizan los fracasos probablemente uno de los temas más relevantes al momento de analizar los orígenes de dichos fracasos están en el proceso de adquisición asociado.

El Estado es uno de los principales clientes de los proveedores de tecnología, el gobierno central representa aproximadamente el 17% del sector TIC del país. Es por ello que un gran desafío es contar con un Estado que se comporte como un comprador hábil (smart buyer), ya que esto va en beneficio propio y adicionalmente genera una mejor oferta por parte de los proveedores tecnológicos.

Hace algún tiempo me toco a solicitud de la Dirección de Compras Públicas realizar una evaluación del mercado de las compras públicas TIC, para lograr el referido diagnóstico fueron consultados proveedores tecnológicos y los principales clientes dentro del Estado, algunas de los hallazgos más significativos fueron planteado tanto por proveedores como clientes:

 

  • Ausencia de mecanismos que permitan una negociación final de los contratos con el primer calificado. La complejidad de estos procesos hace necesario un ciclo final de negociación detallado, sobre aspectos técnicos del servicio, con implicancias en el TCO (Costo total de propiedad) de lo que se esta comprando.
  • Modelo contractual excesivamente rígido, en general es una definición extremadamente cerrada del modelo contractual, sin dejar alternativas a ser provistas por el oferente.
  • Requerimientos mal (pobremente) definidos, proyectos mal definidos, el comprador no define adecuadamente los productos o servicios a ser contratados.
  • Poca experiencia de proveedores, mala estimación de costeo y tamaño del proyecto.
  • Presupuestos no acordes con los costos reales de la solución (pueden estar mal calculado por el proveedor y/o por el comprador). Evaluar circunstancias cuando no se quiere mencionar el presupuesto, puede llevar a que proveedores oferten a ciegas.
  • Criterios (ponderaciones) de evaluación mal definidos. Pauta de evaluación que incluye factores a evaluar que en la práctica no son evaluables. En ocasiones se entregan malas señales a proveedores en los atributos y ponderaciones a ser considerados.
  • Exigencias administrativas a proveedores no permiten que PyMES tecnológicas con knowhow se presenten (boletas de garantías muy altas, barreras de acceso, etc.). En ocasiones los requisitos técnicos no apuntan a las competencias y experiencias claves que requiere el proveedor, para el desarrollo exitoso del proyecto.
  • Adopción de metodologías de desarrollo/diseño aún no probadas y sin tener gente con la experiencia suficiente. Proyectos no se hacen cargo de las competencias para llevar adelante el tema.
  • Proceso licitatorio mal definido y/o con tiempos inadecuados para preparar cada etapa. Costos del proceso poco claros (desarrollo de bases, comisión evaluadora, eventuales consultores).
  • Petición de soluciones en las que hay subsidios cruzados que impiden optar por partes de la oferta. Hay que entender el beneficio.
  • Indefinición de mecanismos y responsables de solución antes de recibir las ofertas. No existe claridad de quien es el cliente.
  • Modelo de licitación excesivamente rígido, que deja a proponentes fuera por errores administrativos que no son relevantes para la oferta o que se pueden corregir sin que ello signifique dar ventajas a unos sobre otros.
  • En el ámbito tecnológico los problemas que se presentan son: soluciones propietarias y no ajustada a estándares internacionales, falta de visión respecto de la evolución de la solución, no exigencia de niveles de servicio (SLA)

 

En días pasados la Dirección de Compras y Contratación Pública anunció la Directivas Compras TIC, la cual fue desarrollada en conjunto entre la DCCP, ACTI y Ministerio de Economía.

Dicha directiva recoge parte importante del diagnóstico y propone un conjunto de buenas prácticas (asociatividad, propiedad intelectual, RFI’s, criterios de evaluación, diseño del requerimiento y del modelo de externalización y garantías exigibles entre otros) que irán en pos de mejorar el mercado de compras TIC logrando mayores niveles de transparencia, competitividad y finalmente mejores soluciones TI.Creo que es un gran paso en la dirección correcta y que producirá efectos significativos.

Es de esperar que los servicios públicos adopten estas directivas y consecuentemente podamos mejorar dicho mercado, creo necesario adicionalmente que la industria reaccione haciéndolo suyo y pueda a futuro adoptar otras buenas prácticas tal es el caso del Reino Unido en el cual su industria TI cuenta con un código de ética muy estricto para venderle al estado.
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