Según estudio, los sobrecostos en proyectos TI del sector Público llegan hasta el 110%, por sobre los proyectos en el mundo privado.
Desde hace bastantes años que el investigador Bent Flyvberg de la Universidad de Oxford, está analizando el comportamiento de los proyectos TI, en particular respecto de sus costos y tiempos de ejecución, ya en 2011 publicó un artículo Why your IT Project may be riskier than you think en la Harvard Business Review mostrando el pobre despeño de los proyectos TI, en su artículo habla de los denominados Proyectos Cisne Negro.
En los últimos años, Flyvberg actualizó su análisis y publicó el paper The Empirical Reality of IT Project Cost Overruns: Discovering A Power-Law Distribution (disponible al final del post), con una muestra aún mayor que su análisis del 2011, la muestra es de 5.392 proyectos por un valor total de 56.500 millones de dólares, de los cuales el 61% (2.759) de los proyectos corresponden al sector público y 39% (1.748) al sector privado. Adicionalmente, para construir la muestra, existió preocupación de que los proyectos fueran de diversa índole, de forma que el análisis fuera lo más representativo posible, siendo a la fecha el estudio más grande en el área.
Una de las cosas interesantes que mostró su estudio es que los sobrecostos de los proyectos no siguen una distribución normal como se pensaba en algún momento, sino una distribución de ley de potencias (power-law distribution). Esto implica que, aunque muchos proyectos tienen sobrecostos pequeños, existe una “cola larga” de proyectos con sobrecostos extremadamente altos que ocurren con más frecuencia de lo que se espera bajo un modelo estadístico tradicional.
Según Flyvberg, lo que explicaría que los sobrecostos sigan estas distribuciones es la interdependencia entre componentes tecnológicos: una falla en un componente puede desencadenar errores en cascada.
Fuente: The Empirical Reality of IT Project Cost Overruns: Discovering A Power-Law Distribution
Sector Público versus Sector Privado
Al revisar lo que ocurre en los proyectos del sector público versus el sector privado, se aprecia un peor desempeño de los del sector público.
Fuente: The Empirical Reality of IT Project Cost Overruns: Discovering A Power-Law Distribution
El sector público tiene en promedio mayores sobrecostos que el privado. Aunque el sector privado tiene casos más extremos (mayor sobrecosto registrado), el comportamiento agregado del sector público es más riesgoso en términos de desviación presupuestaria. Esto sugiere que el sector público subestima más consistentemente los costos reales, lo que puede deberse a: i) procesos de planificación menos rigurosos, ii) incentivos débiles para el control de gastos, iii) mayor complejidad burocrática o política.
Factores que explican el mal desempeño en el sector público
Falta de incentivos directos para controlar costos y plazos.
Alta complejidad institucional y multiplicidad de actores involucrados.
Presiones políticas que llevan a estimaciones optimistas o irreales.
Cambios frecuentes de autoridades o prioridades tras elecciones.
Capacidades técnicas dispares o insuficientes en gestión de proyectos TI.
Dependencia excesiva de consultores externos y procesos de licitación lentos.
Recomendaciones para mejorar la ejecución de proyectos TI públicos
Adoptar enfoques de gestión de riesgos que reconozcan la existencia de eventos extremos (cola gruesa).
Establecer mecanismos de rendición de cuentas claros y responsables técnicos permanentes.
Mejorar las capacidades internas en gestión de proyectos tecnológicos.
Incorporar márgenes de contingencia realistas en estimaciones presupuestarias y de cronograma.
Evaluar críticamente la viabilidad de proyectos antes de su aprobación, incluyendo análisis probabilístico.
Evitar cambios arbitrarios en el alcance durante la ejecución del proyecto.
Fortalecer la continuidad institucional y la gobernanza de programas estratégicos más allá del ciclo político.
Y por supuesto adoptar el enfoque de proyectos delfines en lugar de proyectos ballenas, enfoque recomendado por diversos estudios de la Universidad de Oxford y que promuevo hace años.
Conclusión
El estudio de Flyvbjerg et al. deja en evidencia que los proyectos de TI, especialmente en el sector público, no fracasan por azar, sino por fallas sistémicas que pueden y deben corregirse.
Asumir que los riesgos son mayores de lo estimado, y que pueden escalar rápidamente si no se controlan, es el primer paso hacia una transformación realista y eficiente de la inversión pública en tecnología.
Una pregunta que queda dando vueltas es con las nuevas tecnologías y en particular el rol que tendrá la IA en los procesos de gestión, desarrollo de software y otros:
¿qué pasará a futuro con los costos y tiempos?
Información Complementaria
The Empirical Reality of IT Project Cost Overruns: Discovering A Power-Law Distribution
Me cuesta llevar esto a la realidad nacional. Cuando el Estado Chileno compra, compra con un presupuesto previamente definido, es decir, ya está definido lo que se va a gastar. Es decir, no pueden haber sobrecostos. El proyecto puede estar mal evaluado, y por lo tanto con costos que no corresponden, lo que ocurre frecuentemente, pero no hay sobrecostos.
Gracias por el comentario Alvaro, pero el problema en ese caso es aún peor, porque dado que tienes un ppto fijo y el proyecto «cuesta más» lo más probable es que termine en un proyecto fracasado, porque al final del día «las cosas cuestan lo que cuestan no lo que dicen las bases o la autoridad que cuestan»
Saludos
Alejandro
Algo que falta agregar en el análisis es algo con lo que me tocó pelear mucho en el sector público: la obsesión por contratar siempre la oferta más barata. Es casi una receta para el fracaso.
Gracias Jo por el comentario, totalmente de acuerdo, en general existe confusión entre «más barato» y «mejor valor del gasto» este último debiera ser el criterio de asignación
Enfrentarse a los desafíos del siglo XXI con mirada del siglo XIX es tristemente un lugar común en el sector público. Al hablar de innovación pública no se pone énfasis en la necesidad de crear ecosistemas que cuenten con herramientas apropiadas para no volverse locos cuando el piloto presenta errores, cuando la fase de análisis no parte con deadlines coherentes a prueba de balas y solo se entrega lo que DIPRES quiere para poder asegurar la ejecución. Impulsar ciclos presupuestarios plurianuales para dar continuidad a proyecto de transformación que impliquen cambios profundos debiese ser un enfoque a considerar también.
Muchas gracias José por tu comentario, totlamente de acuerdo con lo que planteas
Me cuesta llevar esto a la realidad nacional. Cuando el Estado Chileno compra, compra con un presupuesto previamente definido, es decir, ya está definido lo que se va a gastar. Es decir, no pueden haber sobrecostos. El proyecto puede estar mal evaluado, y por lo tanto con costos que no corresponden, lo que ocurre frecuentemente, pero no hay sobrecostos.
Gracias por el comentario Alvaro, pero el problema en ese caso es aún peor, porque dado que tienes un ppto fijo y el proyecto «cuesta más» lo más probable es que termine en un proyecto fracasado, porque al final del día «las cosas cuestan lo que cuestan no lo que dicen las bases o la autoridad que cuestan»
Saludos
Alejandro
Algo que falta agregar en el análisis es algo con lo que me tocó pelear mucho en el sector público: la obsesión por contratar siempre la oferta más barata. Es casi una receta para el fracaso.
Gracias Jo por el comentario, totalmente de acuerdo, en general existe confusión entre «más barato» y «mejor valor del gasto» este último debiera ser el criterio de asignación
Enfrentarse a los desafíos del siglo XXI con mirada del siglo XIX es tristemente un lugar común en el sector público. Al hablar de innovación pública no se pone énfasis en la necesidad de crear ecosistemas que cuenten con herramientas apropiadas para no volverse locos cuando el piloto presenta errores, cuando la fase de análisis no parte con deadlines coherentes a prueba de balas y solo se entrega lo que DIPRES quiere para poder asegurar la ejecución. Impulsar ciclos presupuestarios plurianuales para dar continuidad a proyecto de transformación que impliquen cambios profundos debiese ser un enfoque a considerar también.
Muchas gracias José por tu comentario, totlamente de acuerdo con lo que planteas